martes, 12 de junio de 2012

2.- Terapia de actitudes


TERAPIA DE LA CONDUCTA:

Bajo este termino se incluye una gran cantidad de técnicas especificas que emplean principios psicológicos, especialmente del aprendizaje, para tratar la conducta humana de desadaptacion. El termino conducta generalmente incluye tanto una respuesta manifiesta como una respuesta cubierta, por ejemplo: las emociones. Entre las técnicas se encuentran la desensebilizacion sistemática, el entrenamiento asertivo, el modelamiento, el condicionamiento operante, la extinción, y el condicionamiento aversivo.

La terapia de conducta comienza a ser prominente hacia el final de los años 1950, cuando los psicólogos clínicos empiezan a darse cuenta de que los potentes principios del condicionamiento clásico y operante pueden utilizarse para ayudar a las personas a cambiar sus conductas desadaptadas y disfuncionales[1]. Estos terapeutas argumentan que la conducta desadaptada es aprendida y sustituida por una nueva conducta mas adaptada. Esto es, condicionamiento clásico, operante y de la teoría de aprendizaje social.

RELACION ENTRE LA MODIFICACIÓN DE LA CONDUCTA Y TERAPIA DE LA CONDUCTA:

Algunos teóricos igualan los términos, mientras otros proponen que la terapia de la conducta generalmente se relacionen con el tratamiento de la ansiedad, utilizando los métodos de contracondicionamiento, por ejemplo desensibilización sistemática y entrenamiento asertivo, mientras que la modificación de la conducta destaca los procedimientos operantes.


SUPUESTO DE LA TERAPIA DE CONDUCTA:

  • 1.       En relación con la psicoterapia, la terapia de la conducta tiende a concentrarse en la conducta de desadaptacion en si mismo, mas que en algunas causas subyacentes. La terapia de la conducta no tiende a seguir el modelo medico. Otra diferencia es que los eventos internos de la terapia de la conducta son muchos mas accesibles al cliente y a los terapeutas, que los de la teoría psicodinamica.

  • 2.       La terapia de la conducta supone que las conductas de desadaptacion son hasta cierto grado adquiridas a través del aprendizaje del mismo modo que cualquier conducta es aprendida.

  • 3.       La terapia de la conducta supone que los principios psicológicos, especialmente los del aprendizaje, pueden ser sumamente efectivos, en la modificación de la conducta de desadaptacion.

  • 4.       La terapia de la conducta implica la especificación claramente definida de los objetivos del tratamiento. La prioridad del terapeuta conductual es determinar los eventos específicos que conducen a declaraciones generales como “estoy triste todo el tiempo” o “no vale la pena vivir”. Un precepto básico es que la conducta esta bajo el control del estimulo, y cuando el terapeuta establece sus objetivos, los concibe en términos de respuestas especificas que ocurren en presencia de estímulos específicos.

  • 5.       El terapeuta de la conducta adapta su método de tratamiento al problema del cliente.

  • 6.       La terapia de conducta se centra en el aquí y ahora. El terapeuta de la conducta no le interesa el insight histórico. Se rechaza también las exploraciones detalladas de la infancia del paciente, aunque cierta cantidad de información biográfica si se considera usualmente útil.

  • 7.       Se supone que todas estas técnicas de la terapia de la conducta han sido sometidas a verificaciones empíricas y se ha encontrado que son relativamente efectivas.



  • MODELO CLÍNICO CONDUCTUAL; ETAPAS DEL DESARROLLO EN LA TEORIZACIÓN, METODOLOGÍA Y APLICACIONES TERAPÉUTICAS.
    ORIGEN
    La concepción conductual acerca de los problemas psicológicos, aunque no se señala explícita o implícitamente, se ajustó desde el inicio al criterio subjetivo e interpersonal de los problemas psicológicos, lo que significa que aunque inicialmente los clínicos conductistas utilizaron los términos psiquiátricos, progresivamente fueron cuestionándolo: primero el concepto de enfermedad mental, luego el concepto de neurosis, para llegar al punto último de oponerse a todo diagnóstico categórico que indicara una discontinuidad normal - anormal. Este punto de vista ha sido amoral porque nunca ha estado por juzgar bajo criterio de normal - anormal, sino por utilizar los conceptos adaptativo - desadaptativo o funcional - disfuncional.

  • 1.       La normalidad y la anormalidad no son condiciones intrínsecamente diferentes (cualitativa o cualitativamente) a condiciones normales, sino que corresponden a categorizaciones discrecionales a partir de un conjunto complejo de criterios.
  • 2.       Los mismos procesos causales de aprendizaje y otros (tipos de procesamiento de información cognitiva o afectiva; procesos psicofisiológicos y los postulados de la psicología social como la atribución causal, disonancia, reactancia, expectativas, etc.) y similares determinantes internos y externos codeterminan la génesis, desarrollo y mantenimiento de conductas funcionales y disfuncionales
  • El estudio de las conductas disfuncionales no puede ser un modelo (teoría extrapolada) de un campo distinto del conocimiento, sino que debe ser una auténtica teoría científica, con variables definidas objetiva y operacionalmente, con hipótesis sometidas a contrastación empírica de tipo experimental y explicaciones parsimoniosas.
  • 4.       Una posible clasificación de las disfunciones debiera ser dimensional y no categórica, esencialmente descriptiva, no aludiendo a explicaciones teóricas aún cuando pareciera ser útil referir las descripciones a las posibles explicaciones al nivel de intervención terapéutica.
    • Trastorno conductual primario: cualquier disfunción en la conducta observable o inferible resultante de aprendizajes excesivos, deficientes o excepcionales, en ausencia de anomalías biológicas necesarias y / o suficientes para producirlas
    • Trastorno conductual secundario: ...que deriva de una anomalía biológica relativamente estable
    • Trastorno conductual terciario: ...que resulta de la interacción entre un trastorno conductual secundario y un ambiente inadecuado
    • 5.       La conducta disfuncional primaria y terciaria especialmente, pero también la secundaria, es el objeto de la descripción, explicación, predicción y eventual control que se lleve a cabo; no considerándosele (disfunción primaria y terciaria) síntomas de una supuesta patología biológica o una patología mental inventada.
    • 6.       El estudio experimental de la conducta disfuncional, para los fines de una intervención modificatoria, es una actividad en permanente desarrollo en relación a los contenidos y métodos experimentales, de tal modo que es posible reformular porciones de la teorización más amplia del modelo, tomando en cuenta el conocimiento de la psicología y otras disciplinas que utilizan un paradigma científico similar.

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